domingo, 23 de noviembre de 2008

El GRAN partido:

GLASGOW.- Ese del final fue un Maradona puro, auténtico. Ni jugador, ni director técnico. Maradona. El puñetazo al aire, de arriba hacia abajo, y el "¡Vamos, carajo!" marcó el verdadero cierre de su primer partido al frente de la selección argentina.


Se paró de frente al campo de juego, donde sus jugadores festejaban el 1 a 0 frente a Escocia, y los esperó allí, plantado en la entrada misma del pasillo que lleva a las entrañas del Hampden Park. El primero en llegar fue Gabriel Heinze, justo él. Y no casualmente repitieron el mismo gesto, el del puño apretado, antes de un abrazo que no fue interminable porque enseguida llegaron Zanetti, Denis, Mascherano, Cata Díaz, todos, y para todos hubo uno. El último fue para Gago, justo él, la figura del partido. Lo levantó como a un chico y enseguida se perdió con él, y con los demás, rumbo al vestuario, iluminado por la sonrisa más grande de toda la noche.

"Es que estos muchachos me la hicieron muy fácil, esa es la verdad", diría sólo un momento después. "Todos queremos salir de esta racha, esta mini crisis. Todos sabíamos que habíamos hecho las cosas mal; el partido con Chile había significado un quiebre, no había que echarle culpas a nadie, sino a uno mismo, y buscar soluciones. No podíamos quedarnos de brazos cruzados sólo con el cambio de técnico". Y entonces volvió a recurrir, no casualmente, a una de las palabritas que más ha repetido en estas intensísimas horas vividas en Glasgow: "El clic que yo quería lograr, lo logré. Era superar el miedo a perder que se instala cuando venís de una racha negativa. A mí no me importaba ganar hoy, sino que los jugadores dieran todo en la cancha, dieran todo por la camiseta".

Dos preocupaciones tenía Diego Armando Maradona en la vigilia de ese partido contra Escocia que marcaría su presentación como DT de la selección argentina de fútbol. Una, personal, tenía que ver con la salud de su hija Giannina. Otra, profesional, tenía que ver con el estado de ánimo de sus flamantes dirigidos.

Más nervioso, seguro, que ante cualquiera de los otros debuts que tuvo que afrontar en sus 20 años de carrera en primera división, lo único que pretendía, mientras contaba los minutos, encerrado en la habitación 341 del Radisson, acompañado por su gente, era que tanto una, su hija, como los otros, los jugadores, estuvieran bien. Y estuvieran bien con él. Simplemente eso. Lo demás, pensaba, llegaría por añadidura.

A las 17.30 bajó hasta el primer piso, antes que el plantel. En el mismo salón en el que un día antes se había presentado ante más de 200 fotógrafos, como si estuviera en su casa, se presentó ahora ante 21 futbolistas, explorando un terreno nuevo.

Se le salía el corazón por los ojos y esa expresión fue la que marcó el tono y el contenido de sus palabras. Les habló de jugador a jugador, porque sintió que era la mejor forma de llegarles. Les hizo sentir, en ese momento, que quería abrazarlos a todos, uno por uno. Y también que los envidiaba: "Si por mi fuera, jugaría este partido, hasta de arquero, ¿saben cómo los envidio, manga de hijos de puta?"

Se subió al bus, se sentó como siempre en la primera butaca de la izquierda -aquí, detrás del conductor- y clavó la vista al frente.

Treinta y cinco minutos antes del comienzo del partido ingresó al campo del Hampden Park, donde sus jugadores ya habían empezado el trabajo de calentamiento. Caminó entre ellos, con las manos cruzadas detrás de su camperón azul y la mirada clavada en el césped, húmedo por la llovizna. Ya no buscaba una medalla, como en la noche de la primera práctica. Parecía buscar, tal vez, una respuesta: que era cierto, sí, que estaba allí ya no como jugador de la selección argentina, sino como DT. A los 10 minutos, con una sonrisa enorme inundándole la cara, encaró otra vez hacia el túnel y se perdió en el vestuario.

En el momento de los himnos, ni una sola cámara fotográfica apuntaba hacia el plantel. El foco estaba en ese corralito, bien de cancha británica, casi mezclado con la platea, donde Maradona se sentó, a la izquierda de Mancuso y de Lemme. Parado junto a él, Dady, el masajista, parecía custodiarlo.

Por los altoparlantes, en inglés, un locutor le dio la bienvenida, anunció que era su primer partido y bajó una ovación, que se repetiría cada vez que su imagen aparecía en la pantalla gigante o se acercaba hasta el borde de la cancha. No lo hizo muchas veces, esto último. Vivió el primer tiempo como para responderle con hechos a aquella pregunta de la periodista italiana: "Voy a vivirlo como lo viví siempre, tratando de que la seguridad me la de el equipo. Si el equipo me da seguridad, yo voy a estar tranquilo. Si no me la da?".

Durante 25 minutos, el equipo le dio seguridad, y él casi ni se movió. Ni siquiera en el gol de Maxi Rodríguez, a los 7, que festejó porque Mancuso casi lo arrastra de un empujón: "¿Viste, viste? Yo te dije". La posesión de la pelota, esa de la que tanto habló en las horas previas, se convertía en la cancha en algo más que un juego de palabras. Entonces, pegó el primer grito: "¡Toquen, toque, no se cansen de tocar!"

Cerca de los 18 minutos, bajó por primera vez hasta el borde del campo, y desde las tribunas bajó el "!Oh, Diego Maradona / Oh, Diego Maradona?!", mezclado entre cantos argentinos. Les habló a Heinze, que empezaba a sentirse seguro en su recuperada posición de marcador central, y a Papa, que no desentonaba ante el brusco cambio de escenario. Vio desde más cerca el gran pase de Tevez a Lavezzi que no terminó en gol por una buena tapada del arquero y volvió a sentarse, tan sereno y reconcentrado que hasta parecía enojado.

No lo estaba. Se permitió, apenas, un gesto después de una carga contra Carrizo, en el área, dibujando con su codo cómo lo habían bajado al arquero. Y no protestó cuando le cobraron a Jonás un foul que no había sido. Algo cuchicheó con Mancuso cuando, a los 41 minutos, hubo una desinteligencia entre Demichelis y Carrizo. A los 44, bajó de nuevo: le hizo un gesto a Papa, pidiéndole que apretara más arriba, y les habló a Carrizo y Demichelis, pidiéndoles tranquilidad.

El segundo tiempo, sí, fue otra historia. Quizás porque sus jugadores no le brindaban la misma tranquilidad que al principio. Mientras los suplentes calentaban solos, a un costado de la cancha ("los profesionales saben lo que tienen que hacer", es una máxima del preparador físico, Fernando Signorini), él se permitía más gestos maradonianos . Alentó de manera grandilocuente a Jonás cuando erró un pase hacia Zanetti a los 8 minutos y abrió los brazos a la italiana cuando lo bajaron feo a Lavezzi, a los 15. "No te la puedo creer, y la cobra para nosotros", se quejó, después que un doble sombrero de Gago terminó en foul, aunque merecía ley de ventaja, a los 66. Y un minuto después, acordó con Mancuso el primer cambio: "Lucho por Jonás, y Maxi a la izquierda". A Lucho le dijo: "Ayudá en la parte defensiva, pero llegá al gol", y lo mandó a la cancha con un cachetazo en la cola.

A los 69, el banco sufrió su primera bronca: un puñetazo ante una llegada escocesa. Y a los 73, en el área que señalaba con su dedo índice marcándole a Denis donde quería verlo, un tiro libre de Heinze se fue apenas por arriba del travesaño. "Buena Pocho, bien carajo", saludó al reemplazado. Ya disfónico, a los 76, le gritó a Zanetti: "Toquemos la pelota, que la están teniendo más ellos". A cinco minutos del final, cuando hizo entrar a Cata Díaz, fue a buscar hasta el borde del campo a Papa, que salía abucheado por los hinchas escoceses. Abrazado, lo trajo hasta el banco. Y ya no quedaba tiempo para más. Sosa por Maxi, hinchas escoceses intentando invadir el corralito en busca de una foto, un autógrafo, y el final, con el puño al aire.

"Hay jugadores que fueron increíbles conmigo. En esta concentración encontré hombres, un tipazo como el Pupi Zanetti, encontré a Tevez, a Mascherano, a Demichelis. Pido disculpas si me olvido de alguno, Burdisso, Heinze. Encontré muchos jugadores que dan la vida por esta camiseta. Y te puedo asegurar y les puedo asegurar a los argentinos que van a dejar la vida por la camiseta. Encontré hombres, antes que jugadores de fútbol, hombres. Gago, Carrizo, todos, todos los jugadores se han unido mucho en este momento de la selección. Quiero agradecerles a ellos por entender el momento y que sepan que, más que un técnico, acá tienen a un hombre decidido a hacer todo para que esto mejore".

Entonces, sí, se fue a Madrid. Maradona, el DT de la selección argentina, tenía una preocupación menos en la cabeza.

noticia sacada de : http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1072073

viernes, 14 de noviembre de 2008


{Tu envidia denota nuestra grandeza!} frase celebre Futbolera , no podemos decir que no tiene razón :) Por eso ahora vamo´ a bailar para cambiar esta suerte si sabemos gambetear para ahuyentar la muerte... y por que si, porque sobran las bolas
de matarla con el pecho y no tirarla afuera para jugar de local en cualquier cancha aunque pongo el corazón y vos pones la plancha.
y porque soy, de la escuela del bocha
voy con la fantasía la estrategia fría
y si no hay copa, que allá cope para la gente
que salta sobre el color, y nace nuevamente...y si me voy, así como de repente,
es como un viaje mas para el que viaja siempre y si he de morir, lo quiero como lo venga que cuando no da mas lana, la bola de huella tomala vos...damela a mí...si te quedas, porque no me venís movela como sea que ya llego la hora del baile de la gambeta...para ahuyentar la muerte fantasea una jugada...para cambiar de suerte con la pelota pense en mi vida...para ahuyentar la muerte trae el alma de la jeta...para cambiar de suerte y el cuero, es pura vida...para ahuyentar la muerte si la suerte ya esta echada... para cambiar de suerte y es el final del partido...para ahuyentar la muerte hago un gol, de corazón...
para cambiar la suerte en el partido del olvido...para ahuyentar la muerte vamo´ a bailar para cambiar esta suerte si sabemos gambetear para ahuyentar la muerte... Autor: Bersuit Vergarabat.
"El director técnico de la selección argentina de fútbol, Diego Maradona, aseguró el jueves que nunca pensó en renunciar a su cargo, un día después de que medios locales dijeran que el ex astro amenazó con dimitir." http://lta.reuters.com/article/sportsNews/idLTASIE4AC2C620081113

miércoles, 12 de noviembre de 2008

Grondona y Maradona
En estas horas creció la tensión entre Diego Maradona, que quiere a toda costa a Oscar Ruggeri en ese cargo, y Julio Grondona, absolutamente contrario a esa posibilidad.
Grondona hizo declaraciones llamativas a la salida de la calle Viamonte, sobre todo por el tenor que suelen tener sus apariciones públicas. Lejos de desmentir su negativa a incorporar a Ruggeri, contestó de mal modo cuando le preguntaron sus razones y sentenció: "Son cosas mías".Ante la insistencia de la gran cantidad de periodistas reunidos allí, Grondona se mantuvo en su postura. "Yo hablo de lo que quiero yo", explicó. Y luego, en una definición lindante con la burla -y de consecuencias difíciles de adivinar teniendo en cuenta que del otro lado está Maradona- respondió cuando le preguntaron por qué no le gustaba Ruggeri: "Y, no me gusta la cara, quién sabe..."
Más temprano, luego de un encuentro que había mantenido con el director general del equipo, Carlos Bilardo, Maradona siguió muy firme en la necesidad de incorporar a su ex compañero en los Mundiales 86, 90 y 94. Ante la ratificación de la negativa de Grondona, el enfrentamiento creció y se empezó a hablar de que dejaría el cargo si no hay un cambio en la postura desde la AFA.
Ocurre que Ruggeri mantiene un antiguo enfrentamiento con Grondona, lo que hace muy difícil su llegada al cuerpo técnico de la Selección. Como alternativas habían aparecido en las últimas horas Miguel Brindisi y Héctor Enrique. Pero, así como pasó con Sergio Batista y José Luis Brown, pero no cuentan con el visto bueno de Diego.

lunes, 10 de noviembre de 2008

Maradona llego al país
Diego Maradona regresó hoy al país y en declaraciones a La Red adelantó que convocará a Riquelme, que convenció a Mascherano para que sea el capitán en el nuevo ciclo y que Oscar Ruggeri "está primero en la lista" para ser su ayudante de campo.
"Todos me respondieron magníficamente bien. El hecho de tener contacto de verlos a la cara, de saber cómo están, de cómo van a venir a Glasgow. Teníamos mucha incertidumbre. Quedamos muy conformes con Carlos (Bilardo)", arrancó Maradona, recién bajado del avión que lo trajo de su gira por Europa donde visitó a Messi, los jugadores del Real Madrid, Carlos Tevez, Javier Mascherano y tuvo contactos con varios más.
Para más información visitar:

miércoles, 5 de noviembre de 2008

La primera lista de Maradona, con jugadores del exterior:
Carizzo Juan Pablo Romero Sergio
Burdisso Nicolás
Coloccini Fabricio
Demichelis Martín
Díaz Daniel
Heinze Gabriel
Zanetti Javier
Di María Angel
Gago Fernando
González Luis
Guitiérrez Jonás
Mascherano Javier
Rodríguez Maximiliano
Sosa José
Agüero Sergio
Denis Germán
Lavezzi Ezequiel
López Lisandro
Tevez Carlos

ver nota completa en: http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1066514

martes, 4 de noviembre de 2008


El19 de Noviembre del 2008 nuestra queridisima Seleccion Argentina jugará un Amistosa con Escocia como visitante en el Hampdem Park de Glasgow y será el debút de Diego Maradona como director técnico. En este partido no contaremos con la participación de Lionel Messi, confirmado por Grondona quien dijó qe había hablado con el Barcelona y que no lo llamarían para los amistosos por este año. Esperamos con ansias y emoción esa fecha, y Sobre todo .. Vamos ARGENTINA.

Qe lindos verlos ahi tan cerca (L)

Qe lindos verlos ahi tan cerca (L)
El 28/01 de nuevo y ojala con Tami (L)

¿Qué opinas de como Maradona como DT llevara a la Seleccion?