- Diego Maradona vivió el partido con tanta intensidad que, aún dentro del campo, encaró los micrófonos con el último hilo de voz. Se lo notó feliz, reconfortado, y eso lo confirmó con sus palabras, en las que se encontró un denominador común: "orgullo". De tan buen humor estuvo luego el DT del seleccionado argentino que, sin apuro, prolongó la conferencia a gusto de los periodistas. Tan alegre se sintió que hasta se despidió con un "buenas noches a todos", en un forzado francés, aunque con la sonrisa más cristalina.

Casi no se lo oía por la disfonía. Hubo un Maradona eufórico, ese que dejó sus primeras impresiones segundos después de consumada la victoria. "Sabíamos que si manteníamos el nivel de los primeros 30 minutos frente a Escocia podíamos ganarles. Pasó eso y, por momentos, dejamos a Francia en ridículo. Desciframos el juego de Francia. Todos hicieron lo suyo... Demichelis, Heinze. No puedo decir nada... Mascherano, Messi... todos jugaron un muy buen partido", comentó.

Más calmo, ya con la voz más firme, abarcó varios temas en la conferencia de prensa:

• El balance . "Es totalmente positivo. El equipo entendió que hay que tener la pelota, que si no la tiene el rival es algo bueno. También entendió que la desesperación de querer llegar todo el tiempo al arco crea dificultades. Se puede jugar sin atacar en todas la pelotas".

• El funcionamiento . "Se evolucionó como equipo. Hay jugadores que pueden llegar a entrar, pero van a tener que hacer muchos méritos. Este equipo estuvo a un nivel muy alto. Esa es una noticia muy linda. Estoy muy orgulloso".

• La motivación . "Faltaba un triunfo así para que creyeran en ellos mismos. Estoy muy orgulloso y no me canso de repetirlo. Tuve grandes motivadores como Menotti y Bilardo. Aprendí todo lo bueno de ellos, yo tengo una frase que tiene que ver con la defensa de la camiseta. Yo no gano los partidos, los ganan los muchachos".

• Su visión . "Me siento con más confianza. Una vez más queda demostrado que, si no se les llega a los jugadores, eso se ve en la cancha; tengo un gran grupo. Pero no me creo mejor, ni tampoco creía a los que me decían que no tengo experiencia. Y hoy les creo menos".

• El desarrollo . "Controlamos mejor a Francia en el segundo tiempo. Se ajustaron las marcas. Depende mucho de Ribery. Lo neutralizamos en todo momento".

• Lionel Messi . "Jugó fantástico. La pelota forma parte de su cuerpo: es imposible quitársela. Cuando tiene que darle una mano al equipo se la da. Entendió que estábamos en dificultades en los primeros 20 minutos, cuando las líneas estaban muy separadas, y entre él y Agüero fueron adaptándose al equipo".

El plantel compartió la felicidad del entrenador. Uno por uno. Marcos Angeleri estuvo radiante: "Por ser el debut, me sentí bien pese a los nervios y a la ansiedad por hacer las cosas bien para devolverle la confianza al entrenador. Estoy contento y agradecido. Entendimos el mensaje y eso quedó demostrado en la cancha".

A un costado, Javier Mascherano, el capitán, también habló con firmeza. "Fue un buen partido en general. Nos quedaron muchas cosas positivas, como el triunfo, la mentalidad... Esto nos viene muy bien para recuperar la confianza que por momentos habíamos perdido. Se jugó muy bien y tuvimos una buena mentalidad ofensiva. Sabemos que tenemos grandes jugadores. Ahora hay que armar un gran equipo. Estamos a tiempo: ahora se vienen las eliminatorias y en marzo tenemos partidos muy importantes".

"No veníamos sólo para cumplir y quedó demostrado... Metimos, jugamos, tocamos. Esa es la selección que debe verse"

"Es uno de los días más felices y no sólo por el gol que hice, sino por el resultado y por mi debut con Maradona"

"Nos vamos contentos por el resultado, pero sobre todo por la imagen que dejamos ante un grande"

Lionel Messi

Vamos!! nuestra queridisima Selección Argentina ganó 2-0 a una Francia que en un principio jugó muy bien pero que luego del primer gol decayó notablemente. Gracias por una nueva alegria Selección (L)

Diego: "Por momentos, los dejamos en ridículo"

Un Maradona disfónico habló con la prensa apenas terminado el encuentro que Argentina le ganó a Francia por 2-0 y contó sus impresiones. "Los muchachos hicieron perfectamente los deberes", sentenció

La alegría le quitó la voz a Diego Maradona, que tras el partido habló con la prensa y haciendo esfuerzo por disimular su disfonía dejó un par de impresiones acerca del triunfo de la Selección ante Francia.

“Los muchachos hicieron perfectamente los deberes. Sabíamos que si nosotros manteníamos el nivel que mostramos ante Escocia, podíamos ganarle a cualquiera y hoy pasó eso. Y por momentos dejamos en ridículo a Francia", dijo Diego Maradona.

"Nos costó unos minutos acomodarnos, las marcas no estaba decididas y tardamos en tomarlas. Nos costó bastante descifrar al rival, pero cuando le tomamos las marcas pudimos sacar el partido adelante", explicó Diego acerca de la actuación del equipo.

Cuando fue consultado acerca de un referente de equipo tras el triunfo, el entrenador dijo: "Todos, Heinze, Gago, Mascherano. No puedo nombrar uno solo, todos jugaron un gran partido".

Hoy vamos ARGENTINA !

(Sobre la Francia del partido de Hoy)

La selección francesa que jugará hoy ante la Argentina sufre indiferencia por su juego discreto. Pero también porque, una década después, parece cada vez más lejos de representar al ideal de un país integrado que pretendió significar la selección que fue campeona en el Mundial 98. El problema es que los silbidos ya no afectan sólo al juego del equipo que conduce el DT Raymond Domenech. Se dirigen también a la propia Marsellesa. El sueño del fútbol como factor de integración quedó hecho pedazos. "Es que el fútbol -dice Lilian Thuram, uno de los "héroes" del 98- puede enseñarte cosas de la vida, pero no es un sustituto de la vida, no sirve para el mundo real, para los problemas reales, para los conflictos reales". En el mundo real, los jóvenes marginados de la periferia estallaron en 2005. Nicolas Sarkozy, el entonces ministro de Interior que los calificó de "escoria" por su violencia, es hoy presidente de Francia. Y Thuram, acaso uno de los deportistas más respetados de Francia, un jugador que cita a poetas e historiadores, que tiene el récord absoluto de 142 partidos en la selección y se retiró el año pasado del fútbol, reveló la semana pasada que Sarkozy le ofreció sumarse a su gabinete, como Ministro de la Diversidad. Y que rechazó la propuesta. "Por razones evidentes", según dijo.

Thuram nació en 1972 en Guadalupe, un pequeño archipiélago de las Antillas, en el Caribe, departamento de ultramar de Francia, que inició 2009 con una feroz huelga general, en reclamo por una vida más digna. Lilian creció con sus cuatro hermanos dentro de un camión, sin padre, y con su madre buscando trabajo en París, como empleada doméstica. A los 9 años, ya instalado con madre y hermanos en Fontainebleau, periferia sudeste de París, conoció el racismo. Sus compañeros de escuela lo apodaron Noiraude, por una vaca negra y desafortunada de unos dibujos animados.

El fútbol lo sacó de la banlieue, como se llama a la periferia parisina, una inversión coloquial de lieu du ban. Literalmente: lugar del destierro. Jugando en el Parma, de Italia, se enfureció un día que los propios hinchas de su equipo se burlaron imitando a un mono cada vez que tocaban el balón los jugadores de Milan George Weah e Ibrahim Ba. Los hinchas le pidieron disculpas con un cartel en el partido siguiente. Su día de gloria fue en la semifinal del Mundial 98 contra la sorprendente Croacia de Davor Suker, que venía de eliminar 3-0 a Alemania. Un error suyo permitió que Croacia abriera la cuenta. Pero se redimió con dos goles -los únicos dos que anotó en sus 142 partidos con la selección- y "el deporte francés -según palabras del entonces presidente Jacques Chirac- vivió el día más bello de su historia". Thuram retornó a la concentración. Corrió su cama. Se acostó con las piernas en alto, apoyadas contra la pared. Y se relajó con Miles Davis. Lo muestra un momento mágico del documental "Les yeux dans les bleus" (Los ojos dentro de ?les bleus´, como se llama a la selección francesa). Diez años después, por Youtube, hay un documental de nombre levemente modificado: "Les yeux dans le banlieue".

Thuram era sólo uno de los integrantes de aquella selección modelo, "Black-Blancs-Beur" (negros, blancos y árabes). Patrick Vieira, que en 2006, junto con Thuram, invitó a un partido de la selección francesa a setenta inmigrantes ilegales evacuados por Sarkozy, nació en Senegal. Christian Karembeu en Nueva Caledonia. "Mi bisabuelo -dijo un día, mucho más radical que Thuram- murió por la independencia de Nueva Caledonia y yo utilizaré el fútbol y los medios para seguir la batalla". El defensor Marcel Desailly (él sí aceptó ser funcionario de Sarkozy) nació en Ghana. Y así como los padres de David Trezeguet nacieron en la Argentina, los de Thierry Henry, hoy compañero de Lionel Messi en Barcelona, nacieron en Guadalupe, como Thuram. Y en Argelia nacieron los del notable, pero siempre silencioso Zinedine Zidane, que creció como "Yazid" en su niñez en el barrio marsellés de La Castellane.

Thuram, a diferencia de Zidane, habla. Cuando Sarkozy llamó "escoria" a los revoltosos de la banlieue, Thuram dijo que él también había crecido en la banlieue y que no era ninguna escoria. "A mí también me decían ?escoria´. Pero no soy escoria. Lo que yo quería era trabajar. Tal vez Sarkozy no se dio cuenta de esta sutileza." Sarkozy le respondió diciéndole que él iba a la banlieue "en una Ferrari". "Sé que ser francés quiere decir que se es una persona libre. Y se puede ser francés y negro, ambas identidades pueden ir juntas", dice Thuram, demasiado para un gobierno que creó un polémico Ministerio de la Inmigración y la Identidad Nacional. Thuram, miembro del Alto Consejo para la Integración (HCI) desde 2002 y presidente de la fundación Educación contra el Racismo, "es un hombre al que por ser negro en la escuela lo orientaron para el fútbol, pero que podría ser un excelente académico, porque es casi más culto que Sarkozy", según dijo hace unos días en Chile Patrick Weil, director del Centro Nacional de Investigaciones en la Universidad París 1.

El revolucionario himno francés se convirtió estos años en objeto de abucheo cada vez que Francia jugó contra una selección del Magreb en el Stade de France, en el barrio de Saint Denis, uno de los epicentros de la misma banlieue que explotó en 2005. En 2001, jóvenes franceses de origen magrebí silbaron la Marsellesa y luego invadieron el campo y dejaron sin terminar un partido ante Argelia. El bochorno se repitió en 2007 contra Marruecos. Y se acrecentó en octubre pasado contra Túnez. El himno tunecino fue aclamado en árabe.

Pero cuando la popular cantante de origen tunecino Laam comenzó a entonar a capella la Marsellesa su voz fue tapada por los silbidos. El abucheo siguió cuando el balón llegaba para Hatem Ben Arfa, un jugador que rechazó jugar en la selección de su país de origen (Túnez) y eligió representar a Francia. Sarkozy se puso furioso. El gobierno llegó a advertir que ordenaría la suspensión del partido si los hinchas silbaban otra vez. Los silbidos, en rigor, se repitieron en el último partido de 2008, contra Uruguay, en noviembre pasado. Pero no fueron para la Marsellesa. Fueron dedicados a la pobre labor del equipo y, especialmente, al discutido entrenador Domenech.

El diputado sarkozysta Jean-Claude Guibal propuso la semana pasada que los integrantes de todas las selecciones deportivas de Francia sean obligados a cantar La Marsellesa. "¿Si ellos ni siquiera la cantan, cómo sorprenderse luego de que otros la silben?", se preguntó Guibal. Ya no hay un Thuram que le responda en la selección que se medirá ante la Argentina. Los nuevos jóvenes, como se quejó el defensor William Gallas en un libro reciente, no se caracterizan por su compromiso. Henry creó una fundación contra el racismo, pero como parte de una campaña de Nike. Al atacante estrella Karin Benzema y a Samir Nasri sólo les interesa por ahora firmar buenos contratos. Sólo Frank Ribery (un Tevez francés) podría identificarse hoy con la banlieue. Son algunas de las nuevas y promisorias figuras de un equipo que comenzó a renovarse tras la derrota por penales ante Italia en la final de Alemania 2006. También se renovó el gobierno. Sarkozy no habla ya del deporte como factor de integración, sino del deportista que tiene "el honor de representar a Francia".

El más duro crítico de aquella selección multirracial del 98 fue el xenófobo y ultraderechista Jean Marie Le Pen. "Es una selección con demasiados franceses de papel, que no saben cantar La Marsellesa", se quejó Le Pen. El propio Thuram le respondió con una célebre ironía: "Personalmente, no soy negro, soy francés".

Argentina, Francia y el Diez
11-02-2009 / De cara al gran duelo de esta tarde, en el país galo sólo se habla de Maradona y Messi. Jonás Gutiérrez va en el lugar de Román, pero jugando por izquierda. .Lionel Messi jugará por primera vez bajo la conducción de Diego. Un choque para la historia
Mientras los jugadores entrenan, Maradona se saca el frío con saltos cortos. Ya no hay que esperar.
Mientras los jugadores entrenan, Maradona se saca el frío con saltos cortos. Ya no hay que esperar.
Maradona tiene su as bajo la manga al descubierto. No lo puede ocultar, lo ve el mundo. El naipe ganador grita que existe cada vez que pisa un terreno y hoy quiere repetir. Lionel Messi jugará por primera vez bajo la conducción técnica del Diez y eso se transformó en el condimento extra que presenta el choque entre Argentina y Francia. Aunque, en realidad, el duelo entre dos de las mejores selecciones del planeta levanta ese murmullo especial del público futbolero de por sí solo.

Figuras. Messi, Agüero, Tevez, Gago y Mascherano, chocarán con Henry, Anelka y Ribéry. Nombres que, desde hace un tiempo, se colocaron en la elite para mantenerse.
El sueco Jonas Erikson pitará desde las 18 para que la pelota comience rodar. Las 60 mil personas que estarán en el estadio de Marsella donde Argentina se quedó afuera del Mundial ‘98 esperarán por el mejor show. Y la mesa está servida.
Los dos técnicos se refirieron al presente de sus rivales y ninguno de los dos oficializó a los titulares. “Si yo no sé su equipo, por qué Domenech va a saber el mío”, dijo Maradona, quien analizó: “Es fantástico tener una delantera como la de Francia, pero trataremos de hacerles un cerco para que no puedan jugar. Si los dejás partir, a Henry o Ribéry, o recibir el balón a Anelka, podés tener grandísimos problemas”.
El entrenador local Raymond Domenech, por su parte, se encargó de aclarar que “Argentina no es sólo Messi” y en remarcar “la solidez defensiva del conjunto albiceleste”.

Trabajo. Las pocas prácticas hacen complicado que el DT pueda plasmar sus ideas en los jugadores. Pero de todos modos, Maradona realiza la parte primordial de la tarea fuera de las canchas. Como lo dijo cuando asumió, su intención es cambiar la mentalidad de los futbolistas, y las charlas constantes que mantiene encaminan sus objetivos.

El equipo. El once se vislumbra, con una duda que se dirimirá con el correr de las horas: Carlos Tevez y Jonás Gutiérrez pugnan por un puesto. De acuerdo a quién sea el titular, el esquema se modificará. El resto parece definido: Carrizo; Zanetti, Demichelis, Heinze y Papa; Maxi Rodríguez, Mascherano, Gago; Lionel Messi y Sergio Agüero.
Las palabras se acallan. Los nombres del pasado reviven para presenciar un duelo de todos los tiempos. Francia y Argentina, Messi en la cancha y Maradona en el banco, una propuesta inmejorable que se hace llamar “partido amistoso”.